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Las intenciones.

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Hay dos cosas que nos comentó la trabajadora social, pero que obvié en el post anterior porque nosotros ya lo sabíamos.

1. Hay que conocer a los padres biológicos. Sí, así es. Llegado el día y el momento se organiza una quedada y pasamos

un par de horas juntos los padres biológicos, los adoptivos y la trabajadora social. La gran mayoría de padres acuden a esta cita. Más de los que acuden a despedirse de sus hijos en otra cita similar que también se organiza.

Los primeros días se te hace muy difícil imaginar que puedes quedar con alguien que le ha jodido la vida a un niño (que encima va a ser tu hijo) de sobremanera sin querer saltarle los dientes a cabezazos vascos. Oyes historias sobre los tipos más frecuentes de abuso, los visualizas, te pones en el lugar de la víctima,
Pero como dice la gran Toni Morrison, las historias no se cuentan con qués, dóndes y cuándos, sino en cómos y porqués. Empiezas a ver documentales, empiezas a conocer el perfil, los problemas de drogadicción, de auto estima, de violencia, de abusos… y la drogadicción no es necesariamente anterior al resto de los problemas, sino que con más frecuencia es posterior… al menos cuando las cosas se ponen realmente feas. piensas en cuántas veces te van a llamar del colegio porque a tu hijo/a se le haya  cruzado un cable y le haya dado una paliza injustificable a alguien… y la carne te pide venganza, coger una daga y deslizarse hasta su dormitorio por la noche… evitar que vuelva a tener más hijos de una vez por todas…

Una pareja tenía a un niño de cinco años que no hablaba, Servicios Sociales interviene y los padres explican que es normal, que ellos tampoco hablaron hasta muy tarde. Poco a poco vas percatándote de que tampoco ellos le hablan al niño. La madre le suplica a la trabajadora social alegando que ella no tuvo una buena infancia, que no sabe lo que es, que intenta aprender sobre la marcha, pero su novio no ayuda ¿Cómo la vas a odiar si no conoce otra cosa? Le quitan al niño (su primero, pero el cuarto hijo que se lleva servicios sociales para padre), empieza a hablar y deja de tener comportamientos violentos. Esta mujer, de evidentes necesidades especiales, decide, después de que su pareja la deje, ceder la custodia también a su segundo hijo recién nacido a cargo de servicios sociales.

Supongo que sus decisiones no son tan «decisiones», como «no-decisiones».  Una no hace lo que quiere, sino lo que puede con el vagaje que la vida la ha dado.

2. Tienen que pedir referencias a ex-parejas.

Esto es para corroborar que no eres una persona agresiva ni violenta y que no representas un riesgo en cuanto a violencia doméstica se refiere. La trabajadora social me lo dijo tranquilamente, como quien dice «y prepara unas tapas para el domingo, que vengo con mi marido«. Le preguntó a Michael si sería algún problema y M. le dijo que «No… a mi primera esposa la podéis contactar» (nota bene, se casó hace 22 años). Cuando puede hablar le dije que

¡PEOR ES MENEALLO!

No sería problemático: será divertido. También nos dijo que en la mayoría de ocasiones reciben mal feedback de las ex-parejas, pero que lo tienen que hacer de todos modos. En caso de que el feedback sea negativo o inexistente, piden que contactes con alguien que te conociese como pareja… ¿y porqué no empezamos por ahí?